En esta entrada voy ha comentar la importancia de la flexibilidad laboral de los trabajadores dentro de sus organizaciones, aunque aún sigue siendo difícil en muchas empresas.
Los empresarios no evolucionan con las necesidades actuales, ya que siguen procedimientos y formas de actuación de antaño. Por lo que muchos no entienden la conciliación de la vida laboral y personal que demandan hoy en día los trabajadores. Sin embargo, tienen que darse cuenta que los tiempos y las prioridades cambian y ellos deben evolucionar para sobrevivir y adaptarse. Como ya he comentado en alguna entrada anterior.
Muchos trabajadores están dispuestos a que se les reduzcan los salarios en términos razonables por tener una mayor flexibilidad laboral que les permita tener unos horarios más desahogados en función de sus circunstancias particulares.
Hoy en día, con los medios que proporcionan las nuevas tecnologías, es posible poder desempeñar muchos trabajos y funciones desde casa y estar conectados en tiempo real con la oficina y con nuestros colaboradores.
Por supuesto, todos los trabajadores no demandan el mismo tipo de flexibilidad y, por ello, es conveniente escucharles para intentar, posteriormente, llegar a un acuerdo que sea adecuado para ambas partes. Simplemente, las organizaciones tienen que dar la posibilidad de adaptarse a las circunstancias particulares de cada trabajador para que, cuando precisen flexibilidad, puedan tenerla sin trabas.
Si no existe esta posibilidad, ambas partes no están felices, el trabajador no realiza eficientemente su trabajo y en ocasiones, los trabajadores finalmente deciden marcharse a otras empresas que le permitan esta posibilidad, ya que valoran el talento por encima del resto.
Eso sí, hay veces que determinadas formulas de flexibilidad en las que el trabajo se realiza prácticamente a través de la red y aislado del contacto directo y personal con el entorno laboral, puede provocar agobio y estrés, dando la sensación de aislamiento por lo que esto debe controlarse; no todo el mundo vale para ello. Lo mejor es establecer este tipo de fórmulas de forma progresiva, alternando el desempeño del trabajo desde casa o el lugar elegido por cada trabajador y desde la oficina para no perder el vínculo de pertenencia a un grupo.
La red no puede sustituir el contacto humano directo y presencial, que refuerza vínculos. Muchas veces, una persona puede comenzar contacto profesional en diversos proyectos con otras personas a través de la red, que cada una tiene su residencia física en diversas ciudades o países de la geografía mundial y, tras conocerse físicamente en persona, los vínculos y la relación aun se estrechan más porque transmiten sensaciones e impresiones que se pierden en el espacio cibernético. Por ello, se deben de complementar ambas facetas de trabajo.
Los empresarios deben adaptarse a los trabajadores y no dejarse influir por las medidas que implementen otras empresas cercanas porque cada compañía es distinta y las necesidades de cada trabajador son diversas. En un momento dado, un trabajador puede precisar cierta flexibilidad para poder complementar el trabajo con unos estudios específicos, para el cuidado de un familiar directo, por una enfermedad personal, por que su pareja vive en otra ciudad y por mil circunstancias más.
En los trabajos se pasa a veces más tiempo que en casa y, por ello, hay que establecer buenos vínculos para que las personas se sientan a gusto y vean que las empresas se preocupan por ellos cuando lo precisan y de este modo, los trabajadores corresponderán en la misma medida.
Importantísimo para las mujeres cuando tienen un niño, no tener que renunciar a nuestro trabajo o a parte de él, sino poder compaginar las 2 cosas!
ResponderEliminarExactamente por eso esta entrada. Esa situación es una realidad que muchas empresas no entienden. Sabia que te gustaría esta entrada,jaja
ResponderEliminar