martes, 8 de marzo de 2011

Miedo

La semana pasada hable del cambio en una organización es la clave pero que fracasa principalmente por el miedo. Esta semana analizaré el miedo, el cual paraliza, cierra la mente a nuevas oportunidades, convierte a las personas en seres prácticamente autómatas y hace que nadie se comprometa. Este tipo de miedo está relacionado a la pérdida de algo: poder, estatus, sociabilidad, beneficios monetarios…

Existe resistencia individual en la que las características humanas básicas como percepciones, personalidades y necesidades tales como los hábitos, no permiten considerar las opciones para decidir sobre algo diferente todos los días. La seguridad, así como el temor a lo desconocido y la percepción selectiva, la capacidad del hombre de elegir entre lo que está en el ambiente, solo aquello que se acomode a su conveniencia y rechaza lo que no es de su agrado. En cuanto a la resistencia organizacional, hay una inercia estructural, la cual se refiere a los mecanismos recomendaciones de expertos para probar su efectividad en una situación dada.

Desgraciadamente, la crisis no sólo está haciendo mella en el ánimo de mucha gente y será un reto gestionarlas para no perder la ilusión sino que el miedo se ha acentuado. Aunque no hay que perder la esperanza y con confianza y autoconfianza uno se puede enfrentar a cualquier reto sin miedo o sin excesivo miedo aunque a simple vista parezca muy difícil.

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