He observado que hay unas nuevas formas de gestionar los recursos humanos, ya sea a través de nuevas figuras personales, con nuevos modelos de formación, con áreas específicas o simplemente observando las necesidades de nuestros empleados.
- Mentoring: Esta figura nace de la necesidad de desarrollar a las personas a través de referentes dentro de la empresa. En la medida en que muchas situaciones están siendo muy difíciles de gestionar para los jóvenes, algunas compañías como Banesto están emprendiendo programas de desarrollo del talento a través de profesionales más experimentados o mentores.
- InFormal Learning: Se trata de unos nuevos modelos de formación y desarrollo que aprovechan el uso de las nuevas tecnologías y de las redes. Una de las dificultades del elearning era el uso de Internet por parte de los propios interesados. Ahora, este problema ha cambiado y ponen los medios para que los propios profesionales se desarrollen en sus puestos de trabajo contando con herramientas colaborativas.
- Cliente y márketing: Las áreas de recursos humanos se deberán orientar cada vez más a los clientes externos e internos e, incluso, incorporar conocimientos de márketing en su gestión interna. Posiblemente, sea una de las áreas que menos trabaja en su imagen interna. Todo ello le supondrá, además, orientarse aún más al negocio.
- Comunicación 2.0: Las redes sociales son muy relevantes en la comunicación de las empresas. Algunas empresas innovadoras están sustituyendo las Intranets por este tipo de herramientas. Creo que son cosas bien diferentes, pero no cabe duda que la comunicación deberá ser cada vez más horizontal y en todas las direcciones posibles: de dentro a fuera de la compañía y dentro de ésta de arriba abajo.
- Fronteras líquidas: Las divisiones entre áreas se diluirán más gracias a la tecnología y a la necesidad de trabajar en equipo. En la medida en que la complejidad está siendo mayor, los departamentos estancados tienen menos futuro. La descripción de funciones literal no tiene mucho sentido a lo largo del tiempo porque éstas irán cambiando cada vez más rápidamente.
- Sueldo variable: Se trate del porcentaje variable sobre la retribución total en función de cumplimiento de objetivos puede ganar importancia en las nuevas incorporaciones o renegociaciones de contratos, en especial, en épocas de crisis como la actual. Las empresas no pueden desprenderse del talento pero tampoco pueden abonar los sueldos que se pagaron antaño. La solución es la flexibilidad por ambas partes.
- Conciliación vida personal-profesional: Es una gran herramienta de motivación, a falta de incentivos económicos, es el salario emocional y en especial, la conciliación de la vida personal con la profesional.
Implantando éstas nuevas formas de gestión se consigue mayor productividad, ya sea porque los empleados están más contentos o porque la empresa está mejor orientada y formada, entre otras cosas utilizando las nuevas tecnologías) para satisfacer las necesidades de sus clientes. Por tanto, si se ponen en marcha todas estas mejoras, tendremos oportunidades de negocio y podremos fortalecer nuestra compañía.