El mundo 2.0 en las organizaciones está provocando una gran revolución que es Uno de las mayores revoluciones que está provocando el mundo 2.0 en las organizaciones es el tránsito del control a la gestión.
En la era 1.0 las empresas controlaban, lo que se hablaba públicamente de su marca, lo que ocurría en Internet, lo que los profesionales decían sobre la compañía, etc. Cuando alguien levantaba una voz de forma desconforme, los departamentos legales placaban así casi cualquier acción negativa, ya fuera un artículo desleal, una publicidad comparativa o manifiesto sindical. El sistema social media ha acabado con estas prácticas, ya que ahora lanzar un ataque legal contra un blog o un grupo de una red social es de éxito dudoso y muy costoso, es decir, en definitiva se ha cargado el control.
Por lo tanto, el 2.0 ha abierto una nueva etapa y ha liberado el control de las marcas y de alguna forma también su propiedad. Ello se observa en que cualquiera puede hablar como quiera (bien, mal) de una marca comercial, de una empresa o incluso de otra persona. Si antes era complicado controlar lo que hablan de nosotros, ahora es imposible que podemos controlarlo.
En el ámbito de la gestión de personas se ha observado que están empezando a incrementarse los blogs “anónimos” elaborados por empleados, en los que se airean las vergüenzas de las organizaciones, se critican, con motivo o sin él, a sus directivos y las decisiones que toman, e incluso se hace pública información confidencial. Se dice que el mal ambiente y los rumores en la propia empresa pueden acabar con esta, pues a en la actualidad la rumorología es más peligrosa que nunca, ya que los comentarios internos (rumores) pueden tener un impacto mundial gracias a Internet y que cualquiera puede leernos.
Para paliar este problema que surge con el mundo 2.0 se deben aplicar medidas efectivas como las que se aplicaban en el mundo 1.0 como son tener motivados, contentos y leales a los empleados, así como cortar los rumores hablando de las cosas que ocurren en las empresas con los empleados. Puesto que si no tienen información se produce nerviosismo, miedo, descontento, críticas y rumores que pueden llegar a cualquiera. Además la buena imagen de la empresa también la expresan sus empleados, ya que estos pueden ser un aliado o un enemigo de la propia empresa.
Qué cierta es tu segunda entrada. Los buenos directivos no han de prohibir esos rumores y comentarios. Un buen directivo sencillamente no ha de permitir que se puedan dar; a ver qué te parece esta pirámide que se me ocurre:
ResponderEliminarÉxito en la red
"mundo 1.0" vs "mundo 2.0"
"Control" vs "Gestión"
"Prohibir" vs "No permitir"
"Dictador" vs "Buen directivo"
Un saludo Bea!
Muchas gracias David!!
ResponderEliminarCon que os haga pensar es suficiente y reflexionar. Quiero tocar otros temas pero si eso analizaría la pirámide que me has comentado.